Según las autoridades brasileñas, el uso del Software Libre les permite ahorrar dinero en las licencias que tendrían que pagar por el uso de software comercial, al tiempo que les permite incentivar una comunidad de programadores que trabajan con código abierto, permitiéndole al país dar un paso hacia adelante en la vanguardia del mundo digital.
Incluso el gobierno brasileño promulgó un decreto por el cual creó una comisión encargada de promover el uso de este tipo de programas en todas las dependencias de la administración federal. Otra apuesta de las autoridades es donar computadoras usadas -cargadas con Linux- a barrios pobres con el fin de reducir la brecha digital que aún es muy grande en el país.
Pero algunos críticos del gobierno brasileño en la oposición social demócrata han dicho que las autoridades hacen mal en donar computadoras con Linux preinstalado porque, aseguran, no le corresponde al gobierno decidir cuál es el mejor sistema operativo. Atenta contra la libertad de elección, afirman.
Las autoridades de Brasil responden que es justamente eso lo que están promoviendo. Si no difundiéramos Linux, aseveran, la única opción sería Windows.