Mark Shuttleworth, responsable de Canonical, ha informado que Mozilla
Corp les ha exigido la inclusión de un EULA para poder usar el nombre
de Firefox. Shuttleworth califica esta petición de “desafortunada”
aunque la cumplirán (a partir de la versión 3.0.2) “para seguir
incluyendo de manera predeterminada en Ubuntu, el navegador web que prefieren los
usuarios y la misma compañía”.
Aún así, el magnate a cargo de Ubuntu ha explicado que se podrá
instalar una versión “sin marca” con el código de Firefox denominado
abrowser. Hace un tiempo Debian hizo lo propio cambiando el nombre de
Firefox a “Iceweasel” por exigencias de uso de la marca.
La inclusión de licencias de uso no es lo más extendido en el software
libre, aunque tampoco es la primera vez que una compañía intenta
“proteger su marca”. Cierto es que hay otras fórmulas para hacerlo como
indica Shuttleworth, porque es difícil imaginar que cada uno de los
miles de paquetes de Ubuntu llevaran EULA.
Aún sin conocer conocer los efectos y declaraciones del “contrato de
software” que Mozilla pretende que aceptemos, seguro que todo este tema
se debería haber tratado por las compañías e informar claramente a los
usuarios de su implantación antes que la polémica saltara a los medios.