Jim Zemlin, director ejecutivo de la Fundación Linux, explicaba que “esto marca la despedida de Intel. Es una empresa que tiene los recursos y la plantilla interna necesaria para generar tecnología innovadora de forma independiente. Obviamente ven a Moblin como una plataforma estratégica“.
Según Zemlin el interés en Moblin podría ayudar a las ventas de sus procesadores Intel Atom, que están dirigidos a netbooks pero que poco a poco se están incluyendo en otros tipos de dispositivos. Como indican en The New York Times, Intel no ha lidiado habitualmente con sistemas operativos, y su papel relevante en el desarrollo de Moblin precisamente marcaba un hito en este aspecto.
Aunque Intel ha cedido el control del desarrollo futuro de Moblin a la Linux Foundation, seguirá teniendo un papel relevante en el futuro de este desarrollo, sobre todo por el hecho de que sus asalariados forman buena parte de la plantilla dedicada a desarrollarlo. Pero es probable que esto cambie con el tiempo a medida que programadores independientes muestren interés por esta propuesta.