Ya ocurrió lo mismo hace seis meses tras la presentación de la edición anterior de una lista que se publica cada seis meses y que muestra cuáles son las supercomputadoras más potentes en todo el mundo. En aquella ocasión la cuota de Linux era de nada menos que el 87,8% (439 de las 500 supercomputadoras), mientras que ahora ha subido ligeramente y está presente en el 88,6% (443 de 500) de los sistemas listados.
Por su parte, Windows tan solo está presente en 5 de esos 500 supercomputadores: la presencia en este campo es de un ridículo 1%, mientras que otros sistemas Unix cuentan con el 4,4% de cuota de mercado.
En el primer puesto de la lista se sitúa el famoso RoadRunner, un cluster de IBM basado en procesadores PowerXCell 8i a 3,2 GHz y por Opteron DC a 1,8 GHz y que, cómo no, está gobernado por Linux, logrando un rendimiento de 1,105 petaflop/s. Jaguar, el segundo de la lista (1,059 petaflop/s), está gobernado también por Compute Node Linux (CNL), una distribución basada en SLES, mientras que la tercera clasificada, JUGENE -la única sorpresa de la lista, que además está situada en Alemania, a 825,5 petaflop/s-, también usa el sistema operativo Linux a través de una distribución específica, CNK, basada también en SLES.
Fuente: TOP500.org.
De hecho, las 10 primeras clasificadas de la lista TOP500 usan sistemas operativos Linux (CNK/SLES y CNL son los más populares), una tendencia que se mantiene a lo largo de casi toda la lista y que demuestra el grado de rendimiento que se puede lograr en este tipo de implantaciones especializadas.