De hecho, según los datos de la firma de seguridad, un 99,2% del malware en el segundo semestre del año operaba en este sistema operativo, siendo en su mayoría troyanos, backdoors y descargadores, seguidos de spyware y adware.
Siguiendo estas tendencias las perspectivas de futuro no son nada halagüeñas para el entorno de la seguridad. Parece que este tipo de software no sólo se extiende en número, sino que también se diversifica.
Entornos donde la participación del usuario es esencial y que son cada vez más utilizados en Internet, como la web 2.0, las redes sociales o los blogs empiezan a ser objetivo de los ciberdelincuentes.
Asimismo, el malware se empieza a extender por aplicaciones como Flash, presente en un gran número de páginas web, habiendo aumentado su presencia un 38%. Como contrapartida, los programas maliciosos en JavaSript han descendido más de un cuarto del total.