Con la finalidad de evitarse un problema que se estaba gestando, Google decidió separar la parte que garantiza la patente de la licencia de copyright. Así la compañía logra refugiarse en una licencia BSD (Apache y GPLv3).
De esta manera lo que se crea es una licencia BSD que contiene tres cláusulas y cuenta con la venia de la OSI, lo que garantiza que independientemente de las demandas que se puedan presentar, el proyecto WebM podrá seguir adelante.