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La brecha digital, o cómo poner el carro delante del caballo

Quizá el origen del asunto tenga que ver más con aquellos que venden tecnología que con quienes supuestamente se beneficiarían por su uso. Cisco Systems, por ejemplo, es la empresa que fabrica y desarrolla equipos clave para que la Internet pueda existir: los routers. Anualmente esta firma de origen californiano publica en conjunto con el World Economic Forum su «Network Readiness Index» o NRI: un listado de 127 países ordenado según un índice de grado de «preparación» o «aptitud» para la conectividad, conformado por 68 diferentes indicadores. En el primer lugar del ranking figura Dinamarca, seguida por Suecia y Suiza. En América Latina y el Caribe, sólo 4 economías se encuentran ubicadas entre los principales 50 puestos: Chile (34), Barbados (38), Puerto Rico (39) y Jamaica (46). México y Brasil están en los puestos 58 y 59, respectivamente.Este estudio, como muchos similares, sugiere que la conectividad amplia y de banda ancha impulsa la competitividad económica, el crecimiento sustentable y la reducción de la pobreza de un país. Sin embargo, ¿no podría ser exactamente al revés? Es decir que si un país es competitivo, tiene crecimiento sustentable y bajos niveles de pobreza, probablemente utilice sus abundantes recursos en incrementar la conectividad. También es posible que decida desarrollar un programa espacial, o cualquier otro proyecto costoso. Pero si incrementa la conectividad y el principal renglón de su economía es, digamos, la producción de algodón, sería difícil demostrar que eso beneficiaría automáticamente y en forma significativa el desarrollo económico y social. Como siempre se dice en estadística, correlación no implica causalidad.

Incluso a escala micro seguramente se podría encontrar una correlación positiva entre la posesión de artefactos electrónicos, entre otras variables, con la capacidad económica de los hogares. De lo cual alguien podría concluir que la adquisición de dichos artefactos genera riqueza. Pero, ¿no será exactamente al revés? Porque es evidente que si uno tiene recursos, puede comprar PCs, televisores de plasma, notebooks, teléfonos de alta gama, y mucho más. Pero comprar esas cosas no aumenta la riqueza de nadie. No son necesariamente una inversión, pueden ser simples gastos, que mejoren la diversión y la comodidad, pero no siempre la productividad. Y las mismas personas que pueden permitirse adquirir todo eso, en el caso de no ser muy afectos a la tecnología quizá prefieran gastar sus recursos en construir una piscina en el jardín. Y hasta podrían vivir más años que los amantes de los «gadgets», debido al ejercicio de nadar regularmente, en vez de estar horas delante de una computadora.

Es falaz suponer que quienes no se dedican a incorporar obsesivamente tecnología están condenados a estar del lado malo de la civilización frente a la barbarie. En España, un país del primer mundo, se leen a menudo informes donde se escandalizan de la baja penetración de la banda ancha con respecto a otras naciones de la Unión Europea. Lo que no se suele resaltar es que, según estudios de fundaciones como Telefónica y Orange, así como el BBVA y otros organismos, cerca del 70 por ciento de los hogares sin banda ancha declara en las encuestas que es por falta de interés. No es por el precio, no es por la complejidad, es porque simplemente no todo el mundo necesita Internet para sentir que vive mejor.

El problema es que lo que podría ser una simple constatación de hechos, termina planteándose como prescripción. Por ejemplo, el NRI dice que «las nuevas definiciones retratan el alto ancho de banda como una necesidad, quizá incluso como un servicio público comparable al agua potable». En otro lugar, dice que «en un contexto social más amplio, se ha reconocido que la conectividad tiene un impacto positivo en la transparencia, el buen gobierno y la democracia». Esta última afirmación llama especialmente la atención si se piensa, por ejemplo, que la República Popular China, un país donde se puede recibir duras penas por expresar determinadas ideas en Internet, figura mucho mejor posicionado en el NRI que otros donde la opinión no es delito. Este tipo de rankings induce a pensar que la conectividad no sólo trae competitividad económica, sino también democracia y transparencia, cuando esto es sencillamente una falacia.

Es natural y no tiene nada de malo que Cisco y otras empresas de informática, que son organizaciones con fines de lucro, traten de persuadir a la sociedad de que los países atrasados en ese rubro están económicamente perdidos y perderán el tren de la modernidad. Cada uno tiende a presentar las situaciones del modo más favorable a sus intereses. Pero, si el tema se considera en forma más sistémica, se puede poner en duda que haya que ir hacia la llamada «Sociedad de la Información» lo más rápido posible y a cualquier costo.

El caso de la Argentina puede ilustrar este punto. En los ’90, cuando la economía era extremadamente abierta y la tendencia general era hacia la desregulación y la liberalización, los bienes importados, como los electrónicos, no resultaban relativamente tan onerosos para los presupuestos hogareños como hoy en relación al ingreso. Se podría pensar que, de continuar esas condiciones, hubiese sido más fácil romper la brecha digital en el país. Sin embargo, por la específica estructura de la economía argentina, ese tipo de políticas generó desempleo, quiebra de empresas y falta de competitividad. Durante el 2002, con la caída de aquel modelo económico, uno de los mercados más castigados por la crisis fue, justamente, el de informática.

En la actualidad, con otro tipo de cambio y políticas más proteccionistas, según datos publicados en abril de 2008 por Marcó Consultora se necesitan 2,52 sueldos promedio para comprar una computadora de escritorio sin marca, y casi tres para adquirir una PC de marca. En cuanto a las portátiles, requieren 3,09 sueldos si son armadas localmente o 4,06 si son de marca internacional.

Así que es factible que unas mismas políticas, por un lado, tengan un efecto reductor de las brechas digitales y, por otro, repercutan negativamente en la economía global de un país. Concretamente, es posible que en la Argentina de los ’90 las importaciones libres y baratas fueran buenas para comprar computadoras. Pero eran malas para el empleo y la producción, porque junto con un montón de productos como los de informática, que no se podían desarrollar localmente, también ingresaba una gran masa de mercaderías de todo tipo que competía con ventaja con la industria nacional. Por supuesto, lo ideal sería que el país tuviera una producción propia de bienes de alta tecnología, generada en el marco de un Sistema Nacional de Innovación. Pero, por muchas razones, ése no es el caso de la Argentina ni de los países subalternos en general, y esa situación no se corregirá comprando la generada en los países centrales.

También hay paradojas peores, como ilustra el floreciente mercado mundial de móviles. En efecto, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas publicado en febrero de 2008, estos teléfonos están ayudando a disminuir la brecha digital. Dicho estudio también resalta que los subscriptores a telefonía celular casi se han triplicado en los países en vías de desarrollo en los últimos cinco años, y ahora representan cerca del 58 por ciento de los usuarios en todo el mundo. Se estima que ya hay unas 3000 millones de personas con celular. Particularmente, «en África, donde el incremento en términos de número de subscriptores de teléfonos celulares y el ingreso al mercado ha sido el mayor, esta tecnología puede mejorar la calidad de vida de la población en general», asegura el informe.

El problema es que, justamente en África, más concretamente en el Congo, la explotación de un material necesario para la fabricación de celulares está impulsando conflictos bélicos terribles. Se trata del coltan, denominación usual de la aleación de dos minerales: Columbita (col) + Tantalita (tan). Este material es vital para fabricar aparatos electrónicos, centrales atómicas y espaciales, misiles balísticos, videojuegos, equipos de diagnóstico médico, trenes magnéticos y fibra óptica. Pero el 60 por ciento de su extracción y comercialización se destina a fabricar condensadores para teléfonos móviles y, al parecer, no se puede reemplazar por otra cosa. El 80 por ciento de la producción mundial de coltan viene del Congo. Y las disputas por el control de su producción están generando cruentas catástrofes humanitarias desde hace más de una década. Se estima que sólo en la región operan 23 grupos armados y todos van detrás de lo mismo: la riqueza mineral. Además, según un informe del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas difundido en el 2001, algunas trasnacionales de celulares financian a través de intermediarios clandestinos a los bandos en pugna.

Entonces, a pesar de su contribución para que el resto del mundo pueda tener celulares a granel, la República Democrática del Congo es uno de los países más pobres del globo, donde miles de desplazados deambulan en medio de todo tipo de peligros y sin los servicios humanitarios más elementales. Por cierto, este país ni siquiera figura en el listado NRI. Por lo tanto, parece que para que en muchos lugares del mundo se disfrute de ciertos adelantos técnicos, el precio pueden ser condiciones infrahumanas de vida en algunas regiones olvidadas.

Otra falacia usual en el discurso sobre la brecha digital proviene de la escasa consideración acerca del esquema de propiedad de las tecnologías que se pretende difundir. Por ejemplo, es muy común leer que Microsoft done software a escuelas u otras instituciones con el fin explícito de contribuir a reducir la brecha digital. Según un comunicado de esta empresa, desde el 2003, la compañía ha donado más de 135 millones de dólares en efectivo y software para apoyar a organizaciones sin fines de lucro en 21 países de Latinoamérica y el Caribe.

Sin embargo, el texto del contrato de las licencias de uso del software de Microsoft, tanto adquiridas en el mercado como mediante donaciones, contradice claramente la idea de que ese tipo de tecnología pueda contribuir de algún modo para reducir la brecha digital. La razón principal es que, evidentemente, cuando un software se puede compartir legalmente, muchos pueden beneficiarse de su uso sin ninguna barrera de entrada. Pero, en las licencias de Microsoft y de otras empresas, compartir el software está expresamente prohibido. El software libre, en cambio, una vez obtenido, puede ser usado, copiado, estudiado, modificado y redistribuido libremente. Es posible que para obtenerlo haya que pagar, pero se distribuye mediante licencias que permiten las llamadas «cuatro libertades»:

  • Usar el programa con cualquier propósito.
  • Estudiar el funcionamiento del programa, y adaptarlo a las necesidades.
  • Distribuir copias, con lo que puede ayudar a otros.
  • Mejorar el programa y hacer públicas las mejoras, de modo que toda la comunidad se beneficie.

El software que no las respeta, como el de Microsoft, Adobe, Apple, y muchas más, se denomina «privativo», porque priva al usuario de estas libertades.

Según el gurú del software libre Richard Stallman, cuando Microsoft u otras empresas regalan software, lo que hacen en realidad es crear dependencia de su modo de hacer las cosas. Hacen que el usuario aprenda a usar solamente sus herramientas y, por lo tanto, luego le dé pereza mental usar otras. Lo que dice Stallman es bien fuerte: afirma que este modelo de negocios es igual al de los traficantes de droga, que dan las primeras dosis gratis y luego, una vez creada la adicción, por supuesto las venden. Y si los niños que usaron ese software donado en su escuela quieren usarlo en su casa o en su trabajo cuando ya son adultos, ya nadie se lo dará gratis.

Además, por razones estrictamente comerciales, los productos de software privativo constantemente vienen en nuevas versiones, que deben pagarse, y el fabricante discontinúa el soporte de las versiones anteriores. Discontinuar el soporte implica, por ejemplo, que ya no haya parches de seguridad para los productos previos, con lo cual el usuario se expone a toda clase de vulnerabilidades informáticas si continúa usándolos. Esto es visto por los defensores del software libre como una especie de «impuesto al conocimiento».

Por otra parte, cada vez que sale una versión más actual, aumentan los requerimientos del hardware compatible, lo que obliga a realizar fuertes y constantes inversiones en nuevos equipos. Evidentemente, esto no contribuye a cerrar la brecha digital.

El software que se obtiene gratis no necesariamente es software libre. Así que, cuando una empresa que habitualmente vende software privativo lo regala, por ejemplo, a una escuela, de algún modo le está dando un caballo de Troya. En particular, está obligándola a sostener la dudosa teoría de que compartir está muy mal, que debería ser criminalizado. También que está mal tratar de conocer cómo funciona esa tecnología porque, como los códigos fuente del software privativo son secretos, para usarlo se necesita aceptar que intentar aprender cómo está hecho está prohibido.

Y esta última reflexión se relaciona directamente con la falacia más peligrosa de muchas discusiones sobre brecha digital. La idea de que lo malo es no tener suficiente acceso al consumo de ciertos productos tecnológicos, cuando el drama es no tener acceso a su producción. Quienes realmente ganan con las tecnologías de información y comunicación son quienes las desarrollan y las venden, no necesariamente quienes las compran.

El mecanismo de generación de falacias acerca de la brecha digital es simple: se abstrae arbitrariamente una dimensión de la condición desigual del acceso a los bienes. Se plantea que es causa algo que sólo es consecuencia, y se omite que en ciertas circunstancias la reducción de dicha dimensión arbitraria no disminuye el monto global de desigualdad, sino que lo amplía. Finalmente, se acude al truco más viejo del mundo: presentar como interés general lo que, en realidad, es un interés particular de quienes venden determinados bienes y servicios y querrían que fueran tan de primera necesidad como el agua y la comida.


(1) Datos provenientes de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), publicados en diciembre de 2008.

Por Laura Siri
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Firefox 3.1 beta 3 lista, Firefox 3.5 beta 4 para el 14 de abril

 

El equipo de Mozilla cambió el número de versión del próximo Firefox a Firefox 3.5 como indicador del gran cambio en estructura del mismo. Comenzará a usar la nueva nomenclatura con la beta 4 del mismo. El código que servirá dicha beta 4 será congelado el día 6 de abril, aunque algunos desarrolladores son un poco escépticos viendo el alto número de bugs que aún quedan por pulir, 94.

Los líderes de cada equipo de desarrollo han afirmado que esperan que el número crezca cuando la beta 3 empiece a ser probada. Según Mike Beltzner, director de equipo Firefox 3.5: “Estoy contento de lo que hemos hecho con la beta 3 y continuaremos trabajando en los problemas con Tracemonkey y otras cosas pero necesitamos mantenernos centrados en los blockers actuales”.

El rendimiento de la nueva beta mejor con creces a la versión Firefox 3.0.7 tanto en el test Acid 3 como en interpretación de javascript, siento 2,22 veces más rápido que él.

 

TheInquirer ES

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¿Firefox 3.5 en lugar de Firefox 3.1?

Estos cambios incluyen modificaciones en la navegación por pestañas, notables mejoras para la compatibilidad con los estándares web, un mejorado motor de JavaScript, y varias características nuevas en privacidad, incluyendo un nuevo modo privado que permite a los usuarios limpiar toda su actividad de navegación al finalizar su sesión.

La decisión del cambio de numeración todavía no es defintivo, pero demuestra el febril ritmo del desarrollo que Mozilla está poniendo en Firefox.

Mozilla Hispano. via VivaLinux!

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Wammu 0.30.1 – Tu celular en Ubuntu

wammu2km0 Wammu 0.28   Gestiona tu  movil en Ubuntu

Pueden saber si su teléfono es compatible con la aplicación consultando esta página.

El programa se encuentra en los repositorios de Ubuntu, aunque en una versión bastante anterior. Si quieres instalar esta última versión liberada hace apenas unas horas, tendrás que ingresar el repositorio que mantiene Wammu en Launchpad.

Para hacerlo solo tienes que agregar la siguiente linea APT:

deb http://ppa.launchpad.net/nijel/ppa/ubuntu intrepid main

Antes de proceder a instalar, tenemos que ingresar la llave del repositorio, abriendo un Terminal y escribiendo:

sudo apt-key adv --recv-keys --keyserver keyserver.ubuntu.com 0xad829e29a018baf8c3842fb080e7349a06ed541c

Para luego si instalar con:

sudo aptitude update
sudo aptitude install wammu

 

Ubuntips

 

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La Generalitat edita un paquete de programario libre para mejorar la gestión de autónomos y pymes

El secretario de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de la Generalitat, Jordi Bosch, explicó que el paquete Eines TIC servirá para facilitar la introducción de las TIC en las microempresas y pymes, pero con un nivel básico, para no «hacer la competencia al sector TIC catalán» que desarrolla programas y no «comerle mercado» en herramientas más elaboradas o específicas.

La Generalitat ha invertido 240.000 euros en este proyecto de software libre, que permite crear ofertas, pedidos y albaranes; emitir facturas; almacenar información sobre gastos; mantener una gestión de productos y contactos (clientes, proveedores y agentes comerciales); generar formularios de Hacienda; enviar correos electrónicos y faxes; escribir cartas e informes; navegar por Internet; realizar copias de seguridad de los datos del negocio; realizar ventas por TPV; retocar imágenes y fotografías, y generar ficheros de tipos PDF.

Todos los programas son en catalán, y la mayoría son de los más populares en su área, como OpenOffice para ofimática, Firefox para navegar por Internet, y Thunderbird para gestionar el correo electrónico.

Para distribuir Eines TIC, la Generalitat firmó hoy un convenio con once entidades representativas del sector tecnológico y de autónomos y pymes catalán. Estas entidades repartirán los DVD de Eines TIC entre sus asociados.

Se trata del Colegio y la Asociación de Ingenieros de Telecomunicaciones de Catalunya, Pimec, la Confederación del Comercio de Catalunya, el Agrupament de Botiguers i Comerciants de Catalunya, la Asociación de Empresas de Informática y Tecnologías de la Comunicación (Aseteic), la Cámara de Comercio de Sant Feliu de Guíxols, la Asociación de Empresarios de Viladecans, la Federación de Empresarios Metalúrgicos de Lleida, la Unión Empresarial de l’Anoia y la Asociación de Técnicos de Informática.

 

ecodiario

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Cómo convertir Ext3 en Ext4

Si sos nuevo y lo instalas desde el principio, no tendrás mayor problema, por que en el momento de la instalación de Jaunty podrás elegir Ext4 como sistema de archivos y tu disco duro se formateara utilizando este sistema. El problema esta si ya tenemos Ubuntu instalado en nuestro equipo utilizando el formato ext3, y queremos migrar a ext4.

Lo que se comenta a continuación realizado de manera errónea puede provocar que se estropee el sistema de arranque del sistema operativo y este sea inaccesible, así que se recomienda que solo sea realizado por usuarios ya experimentados o realizando las oportunas copias de seguridad.

Antes de empezar es importante tener una version del kernel actualizada o usar Ubuntu jaunty jackalope cuando se haya liberado.

Para convertir un existente sistema de archivos ext3 a ext4 emplearemos el siguiente comando:

$ tune2fs -O extents,uninit_bg,dir_index /dev/nuestro_sistema_de_archivos

Donde nuestro_sistema_de_archivos es la ruta donde tenemos instalado el sistema. Por ejemplo si lo tenemos montado en /dev/sdb1 ejecutaríamos (previamente habremos desmontado la unidad):

$ tune2fs -O extents,uninit_bg,dir_index /dev/sdb1

Después tenemos que pasar fsck al sistema de archivos:

$ fsck -pf /dev/sdb1

pasar fsck es necesario o Ext4 no montara el sistema de archivos. Este fsck se utiliza para devolver el sistema de archivos a un estado consistente.

Ahora podemos montar la unidad pero eligiendo como tipo de sistema Ext4:

$ mount -t ext4 /dev/tusistemadearchivos /punto_de_montaje
O aun mejor, editar el archivo /etc/fstab cambiando “ext3″ por “ext4″. Debemos tener en cuenta que Grub no lanza particiones en Ext4, así que si vamos a convertir a Ext4 nuestro /boot o / (que contiene a boot) y es la partición de arranque, deberemos utilizar grub2 en lugar de grub.

En este caso, también tenemos que añadir la entrada de sistema:  ’rootfs=ext4′ al /boot/grub/menu.lst

 

 

UbuntuLife

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Ajustar la resolucion de pantalla via consola

Para testear dinámicamente las diferentes resoluciones:

xrandr

o

xrandr --output VGA --mode 1024x768 --rate 75

Añadir resoluciones no detectadas:

xrandr --addmode VGA 1024x768

 

UbuntuLife

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Como restaurar los valores predeterminados del panel de Gnome

Para hacerlo, en una terminal escribimos lo siguiente:

rm -r ~/.gconf/apps/panel

 

o movemos la carpeta a otro lado si queremos resguardar la configuración.

Reiniciamos la sesión de gnome

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Firefox lidera el crecimiento de los programas libres

Las cualidades de Firefox se ponen de manifiesto en los llamados complementos. Al ser un programa abierto, cualquiera puede crear libremente aplicaciones que se integran en el navegador. Así, existen complementos que permiten escuchar la radio, que impiden que se carguen anuncios, o que sincronizan los favoritos entre distintos ordenadores. Todo gratis, creado por usuarios.

Pero el gran paradigma de los programas libres es el sistema operativo Linux. Aunque apenas lo emplea un 1% de los usuarios de ordenadores, crece continuamente de la mano de dos tipos de máquinas contrapuestas: los grandes servidores, dado que no existen apenas virus que lo ataquen y resulta bastante robusto, y los pequeños miniordenadores que fueron un éxito estas Navidades, y a los que algunas de las versiones de Linux se adaptan con facilidad. Además, al ser un sistema gratuito, los equipos resultaban por término medio 50 euros más baratos.

Hasta recientemente, la instalación de Linux era bastante complicada a partir de cero, lo que disuadía a los usuarios. Sin embargo, se han desarrollado distribuciones más asequibles, como Ubuntu, con entornos gráficos de fácil comprensión, y que permiten la convivencia en el mismo ordenador con Windows.

Entre los miles de personas de todo el mundo que contribuyen al desarrollo de Linux hay numerosos españoles. Incluso existe una página de Chicas Linux, una de cuyas responsables, Miriam Ruiz, está implicada en el desarrollo de Debian, concretamente en el apartado de videojuegos y en una naciente distribución específica para niños.

Para explicar las horas sin retribución que dedica a este proyecto, Ruiz afirma que «el software libre no va de regalar, sino de recibir. Por cada granito de arena que yo pueda aportar, recibo una playa entera. Y, a nivel afectivo, el sistema acaba por ser casi tan mío como si lo hubiera hecho yo entero, pero sin tener que poner todo el trabajo».

También hay informáticos y un creciente número de empresas que viven de Linux. «Hay empresas relacionadas con Linux que viven del hardware, de las consultorías o de los servicios en línea, y a las que les beneficia que el software sea libre», explica Ruiz.

 

ElPais

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Mostrar/Ocultar los iconos del escritorio

Los comandos que necesitamos son:

gconftool-2 --set /apps/nautilus/preferences/show_desktop --type bool 1

Para mostrar los iconos y,

gconftool-2 --set /apps/nautilus/preferences/show_desktop --type bool 0

para ocultarlos.

Si los ejecutamos sobre una consola de comandos, podremos comprobar su efecto. Realmente son comandos muy simples pues se encargan de poner a 0 o 1 la variable de gconf-editor correspondiente: /apps/nautilus/preferences/show_desktop

Para poder usarlos comodamente, yo me he creado dos lanzadores, uno para mostrar los iconos y el otro para ocultarlos:

ojos1

Y los tengo como iconos en la barra de tareas:

ojos2

Así con un simple click, oculto los iconos cuando me molesten y quiera centrarme en alguna tarea, o los vuelvo a mostrar. Seguramente en vez de usar lanzadores también puedan asignarse a una combinación de teclas, que al pulsar determinada combinación de teclas se ejecutara el comando para mostrar u ocultar los iconos, o también podría hacerse controlando los eventos del ratón (doble clic) sobre el escritorio, pero mis conocimientos ya están mas limitados en este sentido.

Si a alguien le sirve, aqui tambien dejo un shell script que hice y que sirve para alternar entre mostrar/ocultar los iconos si se ejecuta desde la consola:

ojos3

 

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